Ayer, 13 de mayo, la Fundación ICAM Cortina celebró una nueva edición del ciclo “Voces compartidas”, encuentros dirigidos a los jóvenes que se enmarcan bajo el paraguas del Programa de Bienestar. Estos encuentros presenciales «Voces compartidas», son un espacio cercano y seguro donde, con el apoyo de un profesional de la salud mental y/o bienestar organizacional , los jóvenes pueden conectar con otros compañeros y compartir vivencias reales. Un espacio de escucha, reflexión y apoyo mutuo. Bajo el lema “Tener vida y ejercer es posible”, el encuentro abordó, sin tapujos, los desafíos y oportunidades de conciliar la vida profesional y personal en el ejercicio de la abogacía.

En esta ocasión, Pilar Vilella (abogada) y Mariola Quesada (abogada y experta en bienestar organizacional) compartieron experiencias reales y verdades incómodas, animando a los asistentes a identificar y priorizar su bienestar como parte fundamental del desarrollo profesional. Se abordaron cuestiones como las cargas invisibles, las expectativas tóxicas del sector, la dificultad de decir “no” sin culpa y la importancia de establecer límites saludables.
El encuentro fue mucho más que una charla: se convirtió en un auténtico espejo colectivo y en una llamada a la acción para la abogacía joven. Los participantes reflexionaron sobre la necesidad del autocuidado, el valor de la comunidad y la urgencia de transformar la cultura profesional para que el bienestar deje de ser un lujo y se reconozca como un derecho y una estrategia de largo plazo.
Esta iniciativa se enmarca en el compromiso del ICAM y la Fundación ICAM de ofrecer espacios seguros donde los y las profesionales puedan compartir vivencias, aprender herramientas prácticas y apoyarse mutuamente para afrontar los retos de la profesión, tal y como ya se viene haciendo en otros ciclos como “Historias para superar retos”, donde la experiencia compartida y la orientación de expertos en salud mental son ejes fundamentales para el crecimiento personal y profesional.
La Fundación ICAM invita a toda la abogacía joven a sumarse a los próximos talleres y encuentros, reafirmando así el valor de cuidarse entre colegas y de construir una profesión más humana y sostenible.